Muchas veces vemos que la gente quiere libertad, incluso hay una épica frase sanmartinezca que reza "seamos libres, lo demás no importa nada".
Como otras veces, acudamos al habla popular a ver qué nos recomienda.
Cuando uno no puede hacer lo que uno quiere, dentro de lo límites de "los otros", uno no es libre: cuando uno no puede expresarse, cuando uno no puede estudiar lo que uno le gusta, cuando uno no puede comer lo que a uno le gusta, no es libre. Básicamente es, por ahora, no poder materializar una necesidad artificial. Artificial ya que qué comer, allende necesidades individuales de celiaquía, diabetes, es meramente artificial: mientras uno tenga nutrientes necesarios para vivir uno puede ser libre o no, pero para ser libre o no uno tiene que vivir; expresarse requiere del uso del lenguaje, que también es artificial, en un estado natural los humanos no requieren expresarse libremente, tan sólo lo necesario para vivir; finalmente, qué estudiar es una artificialidad ya que en un estado natural uno no requiere estudiar, y a lo sumo uno "debe" estudiar el terreno en que va a cultivar, o un determinado lugar a ver si hay buena caza, etc.
Ser libre requiere existir, como ya dijimos, y como decían los griegos, pareciera que la libertad está de la mano con el "buen vivir". Vivir bien es que tenga sentido nuestra existencia, ¿quién quisiera vivir en una casa donde no se sienta uno bien?, ¿por qué vivir si uno se siente mal? Pareciera ser que la libertad nos llena de gozo la vida, y por eso mismo hay que conseguirla, para poder seguir viviendo, ¿no es acaso maravilloso que uno haga cosas para vivir bien? ¿que uno obtenga para poder sentir que la vida tiene sentido? No.
Porque vivimos en una sociedad y "you can't always get what you want" (no puedes siempre tener lo que quieres), hay límites a la libertad, dando lugar a una "libertad civil". Ella está dada por los límites de "los otros". Por lo cual seré el dueño de mil campos y cosecharé todo el tiempo, por más que queden secas las tierras. Uno puede hacer lo que quiere siempre que no dañe a "los otros", y cada uno de los "otros" son tan conscientes como yo de qué me hace daño, pero nadie habla "del otro". "Del otro" como un ente más general que las personas, cada "otro", cada ente independiente de mí, tiene libertad y de alguna u otra manera sabe qué es lo que le daña. Cada persona sabe que si uno cae por un precipicio, caput, se fé, se muere, de la misma manera, golpear salvajemente a un animal le provoca la muerte, o si terminara golpeado, uno no tiene derecho de hacerlo (por más que el perro hable y les diga que quiere morir, no macho, matate vos solo, ¿no?). De la misma manera, uno no puede decidir sobre la tierra que al final va a terminar secando, ya que sería la muerte de ella, y es un homicidio. Distinto es si un ente amenaza con matarme, ahí si, le parto un palo en la cabeza, pero sólo en caso de correr riesgo la existencia es legítimo el homicidio, no cuando está en peligro el vivir bien.
Creo que estamos de acuerdo si decimos que si un derecho inalienable de todo ser es la capacidad de decidir sobre su propia vida, y creo que ahí está la esencia de la libertad. También creo que estamos de acuerdo con que cada ser siguiendo su naturaleza es feliz y vive bien, sin ir más lejos, no se necesita mucho para existir, y si el gozo se consigue consiguiendo cosas que se desean, entonces o habría que satisfacer esa apoderación o disminuir ese deseo.
No habría que llamar "asesino" al comunismo porque bajo su régimen se haya matado tanta gente, como así tampoco al capitalismo, al catolicismo, etc., tan sólo son instrumentos que se utilizan para convocar a la gente, hacer pogo y multitud, y llevarse puestos a quienes no estén de acuerdo. De la misma no confundamos libertad con Liberalismo, menos con liberalismo económico, ni tampoco con el "ser por ser": si en un sistema son libres unos a costa de otros, no hay libertad. De la misma manera que el hombre haga esclavo al hombre y así sea libre, mientras el extranjero, las mujeres sean esclavos de otro, o mientras un regente tenga poder y obediencia sin par de los súbditos, no hay libertad: de la misma manera podría ser gol cuando una pelota está un poquito dentro del arco, no, es gol cuando toda la pelota está dentro del arco. Como la capacidad de decidir sobre su propia vida está ligada a la propia supervivencia, nos encontramos que la semilla de la libertad es el vivir y el poder seguir viviendo, que se nutre del día a día y de la existencia por sobre el campo del no-dominio.
Esto es, uno puede hacer lo que quiera siempre y cuando no perjudique a otro ente, tanto en vivir y vivir bien, como en no oprimir o ser oprimido.
Ahora bien, de aquí a que uno quiera esta libertad hay un trecho largo, en principio es útil, es practicable, pero hacerlo implicaría llenar de cooperativas agrícolas Argentina y hacer el sueño hippie, además de la insatisfacción popular por no poder hacer lo que uno quiere, no poder ir al parque de la costa, entre otras cosas mercantiles, o fácilmente invadirían otros países. Para llevarlo a cabo hoy en día serían necesarias o una guerra extremadamente sangrienta, o peste, algo que haga replantear el destino común de la humanidad, o esperar a que venga el 2012, ir a otro planeta o esperar a que la demás gente se vaya a otros planetas. Sin dudas el mayor problema para hacer una república anarco-hippie (república anarco, ¡ja!) es la conmoción externa, en menos medida la interna y por último la cultura progresiva.
Me gustaría saber si los antiguas culturas, americanas al menos, tenían sus Roemmers, sus General Motors... (pregunta retórica), vivían, respiraban, hacían el amor, se ilusionaban con sus parejas, se emocionaban al ver que sus niños aprendían a caminar, lloraban por la muerte de sus seres queridos, se curaban, andaban, iban y venían, festejaban, se comunicaban, hacían música. La vida no sólo existe antes del estado, antes de la ciudad, la vida existe antes del progreso. Y no estar de acuerdo con él no significa ir a comer raíces, significa poner fin a la opresión de hombre contra hombre y la supresión del dominio del hombre por sobre la naturaleza. Creo que sería como lo que Buber llama "yo y tu".
¿Verdaderamente queremos la libertad? Si no, sigue como andamos y no te cuestiones, si sí, puedes seguir o parar, pero quererlo es otra cosa.
sábado, 1 de octubre de 2011
viernes, 16 de septiembre de 2011
Ser por ser
CREO que el post va a ser cortito.
Ser, quizás, es una de las cosas más intrincadas que existe para el humano, y a la vez lo que más fácil le resulta y, finalmente, la forma por la cual uno puede conocer el mundo.
Porque ciertamente, algo sensible como la belleza, algo sensible como lo rico, algo que "es" se identifica inmediatamente. Y claramente el ser es objetivo.
Podríamos hablar de un ser como algo que digo "esto es algo", como por ejemplo, "la manzana es rica", o como algo general que se expresa en algo particular, "es rica la manzana". Digamos, en un caso el ser parte del sujeto hacia el objeto (yo digo que la manzana "es" rica), y en el otro el ser abarca al objeto y el sujeto lo reconoce (yo reconozco lo rico en la manzana).
Vayamos al grano, seamos algo. Algo familiar, seamos "antis". Anticapitalista, anticomunista, antikirchnerista, antimacrista. Esos son la máxima expresión de lo que me gusta llamar ser por ser, y tiene que ver con la segunda forma de ser.
Incluso más concreto es alguien que se dice comunista y entonces hace lo que dice el comunismo. Uno podría decir que es un tipo fiel a sus principios, a su pensamiento, pero nada que ver, en verdad corrompe a sus principios y pensamientos. Quizás suene un poco rígido, autoritario, pero es en verdad como pienso, y que de los principios más importantes tiene que existir la sinceridad. Sinceridad no se tiene, ya que, como decía Freud, entre dos personas que piensan igual en todo es probable que una piense por la otra. Podríamos poner a un "ser" (ser comunista, ser gremialista, ser flogger) como una persona, que habla con vos y, para no pensar, acuerdo en todo con ese ser.
Entonces, ese ser fiel a "sus" ideas empieza a no ser un humano, ya que no puede ver en el mundo seres sino por medio de otro ser. Es entonces el humano un ente que puede... ¿serear?, poder sentir seres por sí mismo y aprehender al ser por sí mismo. Por sí mismo: no hablo de teoría, hablo de práctica, todo ente que no se sienta y se aprehenda directamente no existe: si me dijeran que hay cerdos voladores, ¿quién lo creería? sólo viendo al cerdo volando y aprehendiéndo por medio de nosotros mismos podemo decir que existe.
Entonces, ser por el ser no es más que el reinado de un ser por sobre el sujeto, haciendo que el ser diriga al sujeto. Se puede ver en práctica por las prácticas de "oponerse por oponerse" o "apoyar por apoyar", los fanatismos en sí. Es entonces que no se pueden ver humanos tal como dijimos antes, ya que no ven al mundo (o parte de él) según su propio ser sino mediante un ser ajeno, un ser prestado que nos muestra la realidad.
Igualmente no es fácil salir de esa situación, ya que una persona religiosa y tiene un ser aprehendido que deja de ser externo y empieza a ser interno. Para empezar a ser humanos creo necesario abandonar la educación, ya que nos crea seres (desde religiones a modos -eso no es de caballero, eso es de negro-, oficios -no es digno de un abogado, eso es de cartoneros-, etc.) por los cuales vemos al mundo. Deja el árbol de ser árbol cuando lo ve un biólogo y empieza a ver un ser vivo de tipo vegetal de la familia del Eucalyptus bla bla bla. Deja una injusticia de ser una injusticia y empieza a ser para el abogado una forma de corrupción al artículo del inciso, bla bla bla. Deja el "ser" de ser "ser" frente a la educación, para el sujeto empieza el "ser" a ser otra cosa que no necesariamente es erronea, sino más bien tendenciosa a otro "ser" que reina. Ejemplificando, si voy por la vida y veo una nube en el cielo moviéndose, el "ser" es "una nube en el cielo moviéndose", viene un meteorólogo y me dice (agarrando los anteojos de su ser reinante) que es un cuerpo de agua en partículas ínfimas que se mueve en dirección sudeste a una velocidad aproximada de, y bueno lo que seguiría. De movida no es ningún problema, hasta que viene un partido de masas comandado por un asesino y te manda a matar, cuando los regímenes autoritarios (sería de corto de vistas decir sólo Hitler) mueven masas de gente (a su fundamento político, digamos) que "son por ser" en pos de la maldad deja de ser algo buena onda o "onda indiferente" (si fuera el caso que diera lo mismo esto de "ser por ser"). Y es que aprender al mundo a través de un ser es algo jodido, y es mejor aprenderlo por sí mismos y sin hacer nuevos "seres".
Si hacer "seres" fuera construir el concepto de ser al rededor de una mirada o persona, no hacer nuevos "seres" sería no volver a encuadrar un ser (y mucho menos un ser en una persona, "peronismo", "yrigoyenismo", etc.) para evitar que luego se vea así en cierto grupo. Y es que cada uno conoce a los seres por sí mismos, pero lo que pongo como "no-deseado" es que esa concepción, esa forma de concebir (como una madre concibe a un bebé) al mundo sea común. Siguiendo con el ejemplo de conbecir al mundo y aprehender seres ajenos, si hago las veces de madre y "concibo" al mundo de una manera y viene uno, copia a mi hijo y se lo lleva no sería suyo, sería apropiado ilegalmente al fin y al cabo.
Es por eso que me opongo al "ser por el ser".
Ser, quizás, es una de las cosas más intrincadas que existe para el humano, y a la vez lo que más fácil le resulta y, finalmente, la forma por la cual uno puede conocer el mundo.
Porque ciertamente, algo sensible como la belleza, algo sensible como lo rico, algo que "es" se identifica inmediatamente. Y claramente el ser es objetivo.
Podríamos hablar de un ser como algo que digo "esto es algo", como por ejemplo, "la manzana es rica", o como algo general que se expresa en algo particular, "es rica la manzana". Digamos, en un caso el ser parte del sujeto hacia el objeto (yo digo que la manzana "es" rica), y en el otro el ser abarca al objeto y el sujeto lo reconoce (yo reconozco lo rico en la manzana).
Vayamos al grano, seamos algo. Algo familiar, seamos "antis". Anticapitalista, anticomunista, antikirchnerista, antimacrista. Esos son la máxima expresión de lo que me gusta llamar ser por ser, y tiene que ver con la segunda forma de ser.
Incluso más concreto es alguien que se dice comunista y entonces hace lo que dice el comunismo. Uno podría decir que es un tipo fiel a sus principios, a su pensamiento, pero nada que ver, en verdad corrompe a sus principios y pensamientos. Quizás suene un poco rígido, autoritario, pero es en verdad como pienso, y que de los principios más importantes tiene que existir la sinceridad. Sinceridad no se tiene, ya que, como decía Freud, entre dos personas que piensan igual en todo es probable que una piense por la otra. Podríamos poner a un "ser" (ser comunista, ser gremialista, ser flogger) como una persona, que habla con vos y, para no pensar, acuerdo en todo con ese ser.
Entonces, ese ser fiel a "sus" ideas empieza a no ser un humano, ya que no puede ver en el mundo seres sino por medio de otro ser. Es entonces el humano un ente que puede... ¿serear?, poder sentir seres por sí mismo y aprehender al ser por sí mismo. Por sí mismo: no hablo de teoría, hablo de práctica, todo ente que no se sienta y se aprehenda directamente no existe: si me dijeran que hay cerdos voladores, ¿quién lo creería? sólo viendo al cerdo volando y aprehendiéndo por medio de nosotros mismos podemo decir que existe.
Entonces, ser por el ser no es más que el reinado de un ser por sobre el sujeto, haciendo que el ser diriga al sujeto. Se puede ver en práctica por las prácticas de "oponerse por oponerse" o "apoyar por apoyar", los fanatismos en sí. Es entonces que no se pueden ver humanos tal como dijimos antes, ya que no ven al mundo (o parte de él) según su propio ser sino mediante un ser ajeno, un ser prestado que nos muestra la realidad.
Igualmente no es fácil salir de esa situación, ya que una persona religiosa y tiene un ser aprehendido que deja de ser externo y empieza a ser interno. Para empezar a ser humanos creo necesario abandonar la educación, ya que nos crea seres (desde religiones a modos -eso no es de caballero, eso es de negro-, oficios -no es digno de un abogado, eso es de cartoneros-, etc.) por los cuales vemos al mundo. Deja el árbol de ser árbol cuando lo ve un biólogo y empieza a ver un ser vivo de tipo vegetal de la familia del Eucalyptus bla bla bla. Deja una injusticia de ser una injusticia y empieza a ser para el abogado una forma de corrupción al artículo del inciso, bla bla bla. Deja el "ser" de ser "ser" frente a la educación, para el sujeto empieza el "ser" a ser otra cosa que no necesariamente es erronea, sino más bien tendenciosa a otro "ser" que reina. Ejemplificando, si voy por la vida y veo una nube en el cielo moviéndose, el "ser" es "una nube en el cielo moviéndose", viene un meteorólogo y me dice (agarrando los anteojos de su ser reinante) que es un cuerpo de agua en partículas ínfimas que se mueve en dirección sudeste a una velocidad aproximada de, y bueno lo que seguiría. De movida no es ningún problema, hasta que viene un partido de masas comandado por un asesino y te manda a matar, cuando los regímenes autoritarios (sería de corto de vistas decir sólo Hitler) mueven masas de gente (a su fundamento político, digamos) que "son por ser" en pos de la maldad deja de ser algo buena onda o "onda indiferente" (si fuera el caso que diera lo mismo esto de "ser por ser"). Y es que aprender al mundo a través de un ser es algo jodido, y es mejor aprenderlo por sí mismos y sin hacer nuevos "seres".
Si hacer "seres" fuera construir el concepto de ser al rededor de una mirada o persona, no hacer nuevos "seres" sería no volver a encuadrar un ser (y mucho menos un ser en una persona, "peronismo", "yrigoyenismo", etc.) para evitar que luego se vea así en cierto grupo. Y es que cada uno conoce a los seres por sí mismos, pero lo que pongo como "no-deseado" es que esa concepción, esa forma de concebir (como una madre concibe a un bebé) al mundo sea común. Siguiendo con el ejemplo de conbecir al mundo y aprehender seres ajenos, si hago las veces de madre y "concibo" al mundo de una manera y viene uno, copia a mi hijo y se lo lleva no sería suyo, sería apropiado ilegalmente al fin y al cabo.
Es por eso que me opongo al "ser por el ser".
lunes, 5 de septiembre de 2011
La economía como eje.
Para caminar, para seguir caminando, uno debe tener pies ciertamente. Y como uno necesita pies para caminar, la sociedad necesita, al menos que hayamos visto, a la economía para subsistir. Economía vista no necesariamente como la acumulación de riquezas (quizás como fin), sino más bien como organización de los métodos de producción.
No es mucha ciencia ver que la política para las mayorías es como la economía, tanto una como otras son prácticas de "garcas", quizás incluso la economía (los economistas) menos que la política (los... ¿politístas?). Ya derivamos en que la política no la hacen "los políticos" (los que se les reconoce como tal) sino los gobernantes, serían, entonces, las entidades humanas que dirigen la política; de la misma manera no son economistas los que dirigen la economía, sino los agentes económicos. Podríamos hablar entonces de agentes políticos y agentes económicos, que son quienes deciden con la política y economía respectivamente en un plano práctico, para diferenciarlo de los estudiosos de los temas que serían los politólogos y los economistas, que serían más que nada teóricos.
Ahora bien, sería imposible sostener una política (que es, en sí, una cuestión concreta) sin medios para hacerla, que sería la economía.
Por esa razón uno puede pensar no sólo a la práctica política como meramente efectiva y en función de una, todas clases sociales, sino también como búsqueda de medios de sustento de la política en función de la economía, que es la forma eficiente de la política.
En resumen, podríamos decir que si la política es la decisión y la ejecución, la economía es la densidad de la ejecución, sin ella no se podría hacer verdadera política. En consecuencia, no es tan macabro, digamos, pensar que la política gira en torno a la economía, ya que es la instancia más importante para la instancia más importante de la política. Es decir, si bien es muy importante la conformación teórica de una política, esta tiene sentido siempre y cuando se ejecute, y a su vez para que se ejecute una política se necesita del factor económico que lo haga y lo sustente. Entonces, podemos decir que la economía es una parte muy importante de la política, o que la política depende de la economía, siendo el primer acercamiento más cercano a la verdad que, al menos yo, considero.
Si alguien saltara y nos dijera sobre las políticas neoliberales que azotan algunas regiones de nuestra latinoamérica nos diría que la economía decide la política, y es en parte cierto. En parte ya que son los agentes económicos quienes a lo sumo deciden una política o instan a que el agente político genere tal política gubernamental. Ejemplo, si viene Shell (agente económico dentro de la terminología que usamos) y sube el precio de la nafta (gasolina para nuestros lectores internacionales, donde esto sería la política que se aplica), entonces un agente económico hace una política; ahora bien, si ahora Shell le dice al gobierno de turno que apoye el consumo de combustible para incrementar sus ganancias, entonces un agente económico va a estar instando a un agente político para que genere una política desde el gobierno (gubernamental). Pero no es la economía quien decide la política, la política de esa situación (de ambos agentes que presenté) se sustenta en la economía, que por sí sola no tiene para dónde ir. En el ejemplo anterior, la política, digamos, que hacen Shell y el gobierno se sustenta en la economía de los combustibles, si no hay economía no hay política.
Entonces no sería tan errado ni "tan capitalista" decir que la política gira en torno a la economía, no como bailando ni como adorándola, sino como medio para llegar al fin de la política, a su esencia.
Porque de igual modo podríamos decir que si uno quiere tener un hospital mantenido uno necesita las distintas areas de producción en torno a la medicina, tener un hospital, una escuela o un cuartel militar mantenidos por sí mismos no sería muy de cuerdos, esos ejemplos necesitan de una cierta producción, sea propia o ajena, de las cosas que utiliza (al menos en los materiales, en la capacitación del personal se mueve por el lado de la educación, en el ejemplo la escuela), por eso, cualquier política que se quiera implementar tiene que ser acompañada por la economía, sin la cual sería imposible poder lograr su concreción.
Si ponemos un poco más de subjetividad, en un sistema más que nada tirado a lo agrícola y con menos ánimo de lucro y productividad que el presente, la economía sería tener la suficiente comida como para no pasar hambre y tener de reserva por si escasea la comida, tener una entrada de abrigos cosa de no pasar frío, un techo para no mojarse y paredes para no salir volando con el viento.
Porque, como dice mi madre, todas las enfermedades tienen la misma cara: la pobreza.
No es mucha ciencia ver que la política para las mayorías es como la economía, tanto una como otras son prácticas de "garcas", quizás incluso la economía (los economistas) menos que la política (los... ¿politístas?). Ya derivamos en que la política no la hacen "los políticos" (los que se les reconoce como tal) sino los gobernantes, serían, entonces, las entidades humanas que dirigen la política; de la misma manera no son economistas los que dirigen la economía, sino los agentes económicos. Podríamos hablar entonces de agentes políticos y agentes económicos, que son quienes deciden con la política y economía respectivamente en un plano práctico, para diferenciarlo de los estudiosos de los temas que serían los politólogos y los economistas, que serían más que nada teóricos.
Ahora bien, sería imposible sostener una política (que es, en sí, una cuestión concreta) sin medios para hacerla, que sería la economía.
Por esa razón uno puede pensar no sólo a la práctica política como meramente efectiva y en función de una, todas clases sociales, sino también como búsqueda de medios de sustento de la política en función de la economía, que es la forma eficiente de la política.
En resumen, podríamos decir que si la política es la decisión y la ejecución, la economía es la densidad de la ejecución, sin ella no se podría hacer verdadera política. En consecuencia, no es tan macabro, digamos, pensar que la política gira en torno a la economía, ya que es la instancia más importante para la instancia más importante de la política. Es decir, si bien es muy importante la conformación teórica de una política, esta tiene sentido siempre y cuando se ejecute, y a su vez para que se ejecute una política se necesita del factor económico que lo haga y lo sustente. Entonces, podemos decir que la economía es una parte muy importante de la política, o que la política depende de la economía, siendo el primer acercamiento más cercano a la verdad que, al menos yo, considero.
Si alguien saltara y nos dijera sobre las políticas neoliberales que azotan algunas regiones de nuestra latinoamérica nos diría que la economía decide la política, y es en parte cierto. En parte ya que son los agentes económicos quienes a lo sumo deciden una política o instan a que el agente político genere tal política gubernamental. Ejemplo, si viene Shell (agente económico dentro de la terminología que usamos) y sube el precio de la nafta (gasolina para nuestros lectores internacionales, donde esto sería la política que se aplica), entonces un agente económico hace una política; ahora bien, si ahora Shell le dice al gobierno de turno que apoye el consumo de combustible para incrementar sus ganancias, entonces un agente económico va a estar instando a un agente político para que genere una política desde el gobierno (gubernamental). Pero no es la economía quien decide la política, la política de esa situación (de ambos agentes que presenté) se sustenta en la economía, que por sí sola no tiene para dónde ir. En el ejemplo anterior, la política, digamos, que hacen Shell y el gobierno se sustenta en la economía de los combustibles, si no hay economía no hay política.
Entonces no sería tan errado ni "tan capitalista" decir que la política gira en torno a la economía, no como bailando ni como adorándola, sino como medio para llegar al fin de la política, a su esencia.
Porque de igual modo podríamos decir que si uno quiere tener un hospital mantenido uno necesita las distintas areas de producción en torno a la medicina, tener un hospital, una escuela o un cuartel militar mantenidos por sí mismos no sería muy de cuerdos, esos ejemplos necesitan de una cierta producción, sea propia o ajena, de las cosas que utiliza (al menos en los materiales, en la capacitación del personal se mueve por el lado de la educación, en el ejemplo la escuela), por eso, cualquier política que se quiera implementar tiene que ser acompañada por la economía, sin la cual sería imposible poder lograr su concreción.
Si ponemos un poco más de subjetividad, en un sistema más que nada tirado a lo agrícola y con menos ánimo de lucro y productividad que el presente, la economía sería tener la suficiente comida como para no pasar hambre y tener de reserva por si escasea la comida, tener una entrada de abrigos cosa de no pasar frío, un techo para no mojarse y paredes para no salir volando con el viento.
Porque, como dice mi madre, todas las enfermedades tienen la misma cara: la pobreza.
viernes, 26 de agosto de 2011
Qué es la política hoy.
¿Qué es la política? Creo, ante todo, que para responder tal pregunta uno debe ver primeramente cuestiones cotidianas a la cual se suele nombrar a la política, y, si se puede, buscar un sinónimo, y ver si es verdadera la forma con la cual se nombra.
La política suele ser cosa alejada del plano común, no somos nosotros los que hacemos política, dicen algunos, son los políticos los que la practican, ejerciendo poder en la sociedad. Me parece, ante todo, que es una mirada ingenua, no porque las personas sean ingenuas, sino porque conviene que la sociedad vea a la política como cosa alejada. En principio, ¿"ellos", los "ellos" como lo son en el Eternauta, son los que ejercen "el poder" sobre la sociedad para su beneficio? De entrada podríamos agarrar la máquina del tiempo a una época recordada por todos los argentinos y argentinas, 2001: si "ellos" fueron los que, supongamos, nos llevaron a esa situación, ¿cómo hicimos para romper ese gran muro que nos separa de los "ellos" para llegar a punto tal de sacar, al menos, una parte? Si "ellos" tienen "el" poder, ¿entonces para qué sirven los paros? Si "el" poder no se sustenta por sí mismo, si se necesita un oprimido ¿entonces "ellos" tienen "el" poder? Por estas cuestiones sostengo que es una mirada ingenua, porque el poder popular también es político y porque la política se sostiene en el pópuli. Podríamos decir que son formas de revelarse contra el poder de la política, que es usada como herramienta para el sometimiento (y como tal, violenta) del pópuli, en tal caso, para que haya un amo debe haber un esclavo, el amo como amo vive del esclavo, y el esclavo como esclavo vive del amo; por esta cuestión cabe diferenciar condición (y condicionamiento) de ser, siendo el primero una cuestión derivada del tiempo y el espacio, y la segunda es eterna y absoluta. Por lo tanto, si para mantener la condición de político el pópuli tiene que mantener su condición de sometido, entonces es tan culpable uno como el otro de la situación global, ya que uno no libera y otro no se libera, y sin dudas el que se lleva el peor reproche es el pópuli, ya que el político siempre querrá mantener su condición, pero no así el pópuli. Por lo cual es el sometido el fundamento por el cual el sometedor tiene poder, puede el sometedor decidir (hacer política, dicho de una vez por todas) pero, como lo demostrado en el 2001 y en las revueltas árabes presentes, la revolución francesa podríamos decir también, es el pueblo quien autoriza o no su sometimiento, fundamentando la política; de otro modo, el gobernante quedaría solo gritando que lo tienen que obedecer y los obedientes no hacen nada, entonces el gobernante no decide, no hace política, y deja de ser un gobernante. Pero igualmente sería un análisis simplista, cosa que es lógica porque recién empiezo, pero a partir de ahora, para la concepción común, se debería enriquecer más.
Otro fundamento que se le puede poner al gobierno y sus políticas es la cultura del pópuli, un pueblo más obediente o más revolucionario, como los pueblos más orientales (perdón por la generalización pero no estoy bien informado) y otros más occidentales (idem) respectivamente, como así también factores religiosos. Por lo que, respecto a la cultura, la política podría ejercer su poder, nuevamente, en las mayorías, lo que reforzaría que en las mayorías no hay política, sino que sería un ser pasivo que es dominado por un poder superior, inaccesible que lo acosa y lo pervierte, o eso se podría decir. Esto hoy lo vemos en las distintas formas de dominación y, por lo tanto, de política y, mientras separados "nada podemos hacer". Y eso es verdad, nada puedo uno hacer, ya que si un cambio no es seguido por todos queda uno gritando como un loco sin nadie que le preste atención, y quizás sea cierto aquello que se dice de que "no hay esperanza", pero verdaderamente no hay esperanza en tanto y en cuanto no haya un lider que, curiosamente, haga las veces de político, y no tenía como objetivo hacer propaganda revolucionaria sino un simple y modesto estudio hecho por un amateur. Imaginemos la revolución cubana sin Fidel, Cienfuegos, Guevara, a la rusa sin Lenin, a la francesa sin Robbespiere, verdaderamente no existe una revolución, un cambio radical sin un lider que condense, convenza y guie un cambio de, si queremos, esta política de "ellos"; pero estos líderes, estos Robbespiere, Cienfuegos, Lenin, son también políticos, ya que, de forma violenta o de convencimiento (por el poder de la fuerza o el poder del corazón) domina al pueblo y les hace entender que a él o ella lo tienen que seguir para estar mejor, pero no deja de ser uno de "ellos" si hace eso. Por lo cual, esta forma de dominación cultural tiene como fin dar a entender que ningún cambio es posible no sólo porque se da a entender al sistema que se defiende como el único posible, sino que, si vemos más allá, "es todo lo mismo", ya que los políticos, que tienen el poder, son todos corruptos, entonces no nos queda más que resignarnos y permanecer en un "nada sirve" por ende "nada hago", pero sí hacés, dejando que el otro te domine. Que puede ser que nada sirva de lo que uno haga, porque se requiere un líder que sea acompañado por un pueblo, sólo así el cambio es posible y, digamos, que dejen de tomar "ellos" las decisiones, pero... ¿verdaderamente querría la gente ser políticos y tomar sus propias decisiones? El temor al cambio debe ser uno de los temores más temidos, uno está bien así y no hay necesariamente nada más que cambiar, medianamente se vive bien, y si no uno se acostumbra. Esta es una forma más de hacer política desde el ámbito cultural, y es realmente difícil "solucionarlo" (si se quiere solucionar, claro).
Por último querría hacer notar algo que, como lo plantearé, da una fácil lectura al punto que, personalmente, más me gusta para contradecir la idea común de "la política la hacen ellos". Tan simple como leer "política de la empresa". De entrada vemos a la empresa, organismo privado, económico, diciendo que hace "política". No es difícil darse cuenta de distintas cuestiones, como la privatización de empresas públicas en los '90 o la compra de papel prensa en la dictadura cívico militar última que tuvimos, entre otros tantísimos ejemplos. La economía es una de las partes más políticas de la sociedad, ella relaciona el poder de la ley, el poder del gobierno, la capacidad de sustento de la sociedad, el rumbo de la sociedad y su bien o malestar. Cuando el poder económico fija los precios de las armas en épocas de guerra y el país se endeuda, es porque "los políticos", "ellos" son los que lo hicieron, cuando en verdad es el poder económico quien lo idea y los "políticos" son quienes hacen el trabajo sucio. Cuando se desabastecieron ciudades en el 2008 o 2009 por parte de la patronal cívico-rural, cuando se suben los precios a diestra y siniestra o se maneja la información de manera de causar un efecto en la sociedad también se hace política, y política más política que el gobierno, ya que, además de ni elegirse ni cuestionarse el poder , económico, este hace básicamente lo que quiere en la sociedad. Forma opinión, genera cultura, financia guerras, construcción de escuelas, instrumentación, entre otros, al menos, en el mundo que vivimos. Por lo tanto, ¿Quién es más político, quién decide más, quién tiene más poder? ¿Magnetto, Biolcatti, Fernández?
Por este último punto se puede aseverar sin miedo a error (aunque puede ser perfectamente cuestionable, obviamente, pero me parece que es así) que la política, al menos hoy en día, es la forma de manejar el poder (económico, militar, cultural) para decidir sobre la sociedad. Si bien el fundamento del poder económico, militar y cultural (es decir, el fundamento de la política) es la sociedad misma, ésta se encuentra sometido a aquella, y dejandose someter hace ella misma política. Pero para simplificar pongamos que quien decide sobre la sociedad es el rector y quien es sometido por la decisión es el regido.
Obviamente, como toda cuestión concerniente a la sociedad, esto es relativo al tiempo y lugar determinados; por ejemplo, el poder militar también se encuentra atravesado por la cultura y puede no estar afín al ser político. Pero a grandes rasgos es así, no jodas.
Otra pregunta, cuya respuesta doy a entender mechada, es cuál es el fundamento del poder, para decirlo concretamente el fundamento es la sociedad, y esta es regida (controlada) por la cultura, el poder de la fuerza (militar, de la ley, de la que hablé anteriormente) y la economía.
Ahora la parte más linda, la parte en la que todos decimos la verdad según muchos; puede ser que todos tengamos la razón cuando imaginamos, pero lo verdaderamente verdadero se da en la justificación, razón por la cual uno puede criticar la fundamentación pero no un punto de vista. La cuestión es cómo debiera ser.
Primero que nada, la concepción de política no es ni buena ni mala, tan solo está y es sí misma, puede ser justa o injusta, copada o una mierda, pero ni buena ni mala. Además para que la concepción sea copada es porque el ambiente, la práctica por la cual se define la concepción, tiene que ser tal o cual. Por lo que me parece que la concepción debiera ser una cercana a la que, según conozco, es cercana a la clásica.
La concepción es el niño que sale de la panza de la madre, de la misma manera, la concepción de la realidad es el niño, la "luz" que sale de la madre, la realidad. Esta concepción es necesariamente la esencia de la realidad, pero no esta, ya que no es lo mismo agua, sal y agua de mar.
Si la esencia de la realidad es la política, entonces creo que esta debe ser justicia. Justo tomado como algo que no es ni más ni menos que lo justo.
Normalmente se dice la frase "justo y necesario", y creo que están íntimamente relacionadas. Aquello justo es que no tiene ni más ni menos que lo estipulado, por ejemplo, uno hace justicia cuando está acorde a la ley, ni más ni menos de lo que estipula la ley; si voy a comer guiso tengo que comer lo justo para mi dieta, si tengo que adelgazar voy a comer poco y si tengo que engordar voy a comer mucho, tan simple como eso es lo justo. Lo necesario es, volviendo al caso de la comida, lo que necesito, aquello con lo cual estoy bien. Estar bien significa sentirse bien y estar sano. Por lo cual, justo es todo aquello que no es ni más ni menos de lo que hace sentir bien y estar sano.
Una persona justa, por lo tanto y nuevamente, hace todo aquello que no es ni más ni menos de lo que le hace sentir bien y estar sano; una sociedad justa conforma la justicia, esto es, la sociedad hace sólo aquello que le hace sentir bien y estar sana en su (digamoslo) justa medida.
Tan régimen sería, entonces, en esencia justicia, un régimen que brinda a la sociedad medios para llegar a la felicidad, que es su satisfacción terrenal en su justa medida.
Cabe destacar que una de las formas mejores de hacer, para el régimen, no es haciendo, sino dejando de hacer. Esto es, mientras el poder haga por medio de la sociedad, la sociedad no podrá ser libre, aunque ésta deba ser controlada para alcanzar su felicidad, debe dejar que se desarrolle evitando los excesos y los defectos, pero nunca prohibiendo sino regulando. Podríamos verlo como un campo en el cual se quiere hacer crecer vides, pero la tierra no es apta; el régimen no debiera tratar de hacer crecer vides en ese terreno, ya que no crecería, en sentido práctico, esto sería imponer una regulación; de otra manera, quizás más tardíamente pero mejor, nacerían los árboles que deban crecer, y la política debiera dejar crecer las cosas, brindar un espacio diferente a las distintas plantaciones para que puedan desarrollarse mejor, esto sería dejar nacer sin oponerse, pero igualmente los árboles deben tener tutores, poner murallas para las hormigas, etc. En el plano mundano se puede estimar como el dejar crecer a distintos proyectos que sucedan en la realidad y no eliminar ninguno, sólo regular en el caso de que no haya una vista al bienestar general en su justa medida. Más específicamente, dejar que se produzcan en terreno de artes, economía, política, etc., pero cuando uno se hace muy grande, dar al otro sector más posibilidad de poder, ya que, si se quiere, esa es la posta, la igualdad de posibilidades, de poder, de poder hacer algo, de poder decidir, de poder hacer política. Así, brindando igualdad de poder, las cosas que deban ser grandes serán grandes, y aquellas que no, no lo serán, pero nunca podrá decirse que no pudieron serlas, ya que lo que naturalmente tuvo que ser grande lo fue, y lo que no no. Puede ser, entonces, que un grupo muy grande quiera hacer desaparecer a otro, pero el estado debe corregir eso, no por el achicamiento del grande, ya que grande es de por sí, sino por la no desaparición del otro, y ni siquiera en pos del agrandamiento del pequeño. Queda entonces responder si aquel grupo pudiera ser tan grande que derribara el estado, como normalmente se hace, quedaría, entonces, estipular que el estado no requiera del poder de la sociedad sino que actúe directamente en ella, ya que si es estado depende de la sociedad esta puede derribarlo, y la idea es que el estado sea completamente justo y, si se derriba, dejaría de serlo. Entonces quedan algunas opciones, o dejar las cosas en un estado anárquico o semi anárquico, una aristocracia, una espiritualocracia (?). Si se confiara el poder a un regente espiritual daría la buena vista de que no necesite más de lo necesario para vivir, tenga buena llegada a la gente y pueda brindar justicia a la sociedad; los segundos necesitan más para vivir, no tienen por qué tener buena llegada al pópuli y la justicia sería a favor de ellos mismos; los estados anárquicos, si bien son los más ideales ya que la sociedad no requiere de un guía para alcanzar a la justicia, pero son muy ideales, incluso más de lo que propongo. Sería entonces la mejor opción que el líder sea un líder espiritual, no nombrado por Dios ni por jerarquía, sino por, incluso, mutuo consenso, y al que se le podrá someter constantemente a prueba. También es importante que el pueblo discuta desiciones del líder y se hagan en conjunto planteos más serios, que serán en el ámbito de la vida pública; como viendo que las grandes conglomeraciones hacen distar del gobierno al pueblo, sería importante que sean más pequeñas las gobernaciones y el gobernador sea un habitante más que haga a las veces de rector.
Quedaría entonces sentado el régimen ideal para mí: un medianamente pequeño territorio regido por in líder espiritual surgido del pueblo, que sea cometido cuantas veces sea necesario a prueba y que sus desiciones sean disutidas en la plaza pública y las propuestas nazcan de la misma también; será también importante que el líder presente dichas propuestas a la plaza pública y no se niegue voz ni se favorezca el maltrato. El régimen tiene como fin la felicidad de la sociedad, que está dada por un régimen justo, esto es, que no tenga ni más ni menos de lo necesario para vivir sano y bien. También será importante que no se inhiba ningún proyecto ni se eliminen, sino que se fomenten en cualquier área siempre y cuando los otros proyectos del mismo área no sean inhibidos ni eliminados. Para esto el líder deberá tener el poder de movilización de la sociedad, que brindará cada miembro su adhesión cumplida la mayoría de edad.
Creo que esto es todo por hoy.
La política suele ser cosa alejada del plano común, no somos nosotros los que hacemos política, dicen algunos, son los políticos los que la practican, ejerciendo poder en la sociedad. Me parece, ante todo, que es una mirada ingenua, no porque las personas sean ingenuas, sino porque conviene que la sociedad vea a la política como cosa alejada. En principio, ¿"ellos", los "ellos" como lo son en el Eternauta, son los que ejercen "el poder" sobre la sociedad para su beneficio? De entrada podríamos agarrar la máquina del tiempo a una época recordada por todos los argentinos y argentinas, 2001: si "ellos" fueron los que, supongamos, nos llevaron a esa situación, ¿cómo hicimos para romper ese gran muro que nos separa de los "ellos" para llegar a punto tal de sacar, al menos, una parte? Si "ellos" tienen "el" poder, ¿entonces para qué sirven los paros? Si "el" poder no se sustenta por sí mismo, si se necesita un oprimido ¿entonces "ellos" tienen "el" poder? Por estas cuestiones sostengo que es una mirada ingenua, porque el poder popular también es político y porque la política se sostiene en el pópuli. Podríamos decir que son formas de revelarse contra el poder de la política, que es usada como herramienta para el sometimiento (y como tal, violenta) del pópuli, en tal caso, para que haya un amo debe haber un esclavo, el amo como amo vive del esclavo, y el esclavo como esclavo vive del amo; por esta cuestión cabe diferenciar condición (y condicionamiento) de ser, siendo el primero una cuestión derivada del tiempo y el espacio, y la segunda es eterna y absoluta. Por lo tanto, si para mantener la condición de político el pópuli tiene que mantener su condición de sometido, entonces es tan culpable uno como el otro de la situación global, ya que uno no libera y otro no se libera, y sin dudas el que se lleva el peor reproche es el pópuli, ya que el político siempre querrá mantener su condición, pero no así el pópuli. Por lo cual es el sometido el fundamento por el cual el sometedor tiene poder, puede el sometedor decidir (hacer política, dicho de una vez por todas) pero, como lo demostrado en el 2001 y en las revueltas árabes presentes, la revolución francesa podríamos decir también, es el pueblo quien autoriza o no su sometimiento, fundamentando la política; de otro modo, el gobernante quedaría solo gritando que lo tienen que obedecer y los obedientes no hacen nada, entonces el gobernante no decide, no hace política, y deja de ser un gobernante. Pero igualmente sería un análisis simplista, cosa que es lógica porque recién empiezo, pero a partir de ahora, para la concepción común, se debería enriquecer más.
Otro fundamento que se le puede poner al gobierno y sus políticas es la cultura del pópuli, un pueblo más obediente o más revolucionario, como los pueblos más orientales (perdón por la generalización pero no estoy bien informado) y otros más occidentales (idem) respectivamente, como así también factores religiosos. Por lo que, respecto a la cultura, la política podría ejercer su poder, nuevamente, en las mayorías, lo que reforzaría que en las mayorías no hay política, sino que sería un ser pasivo que es dominado por un poder superior, inaccesible que lo acosa y lo pervierte, o eso se podría decir. Esto hoy lo vemos en las distintas formas de dominación y, por lo tanto, de política y, mientras separados "nada podemos hacer". Y eso es verdad, nada puedo uno hacer, ya que si un cambio no es seguido por todos queda uno gritando como un loco sin nadie que le preste atención, y quizás sea cierto aquello que se dice de que "no hay esperanza", pero verdaderamente no hay esperanza en tanto y en cuanto no haya un lider que, curiosamente, haga las veces de político, y no tenía como objetivo hacer propaganda revolucionaria sino un simple y modesto estudio hecho por un amateur. Imaginemos la revolución cubana sin Fidel, Cienfuegos, Guevara, a la rusa sin Lenin, a la francesa sin Robbespiere, verdaderamente no existe una revolución, un cambio radical sin un lider que condense, convenza y guie un cambio de, si queremos, esta política de "ellos"; pero estos líderes, estos Robbespiere, Cienfuegos, Lenin, son también políticos, ya que, de forma violenta o de convencimiento (por el poder de la fuerza o el poder del corazón) domina al pueblo y les hace entender que a él o ella lo tienen que seguir para estar mejor, pero no deja de ser uno de "ellos" si hace eso. Por lo cual, esta forma de dominación cultural tiene como fin dar a entender que ningún cambio es posible no sólo porque se da a entender al sistema que se defiende como el único posible, sino que, si vemos más allá, "es todo lo mismo", ya que los políticos, que tienen el poder, son todos corruptos, entonces no nos queda más que resignarnos y permanecer en un "nada sirve" por ende "nada hago", pero sí hacés, dejando que el otro te domine. Que puede ser que nada sirva de lo que uno haga, porque se requiere un líder que sea acompañado por un pueblo, sólo así el cambio es posible y, digamos, que dejen de tomar "ellos" las decisiones, pero... ¿verdaderamente querría la gente ser políticos y tomar sus propias decisiones? El temor al cambio debe ser uno de los temores más temidos, uno está bien así y no hay necesariamente nada más que cambiar, medianamente se vive bien, y si no uno se acostumbra. Esta es una forma más de hacer política desde el ámbito cultural, y es realmente difícil "solucionarlo" (si se quiere solucionar, claro).
Por último querría hacer notar algo que, como lo plantearé, da una fácil lectura al punto que, personalmente, más me gusta para contradecir la idea común de "la política la hacen ellos". Tan simple como leer "política de la empresa". De entrada vemos a la empresa, organismo privado, económico, diciendo que hace "política". No es difícil darse cuenta de distintas cuestiones, como la privatización de empresas públicas en los '90 o la compra de papel prensa en la dictadura cívico militar última que tuvimos, entre otros tantísimos ejemplos. La economía es una de las partes más políticas de la sociedad, ella relaciona el poder de la ley, el poder del gobierno, la capacidad de sustento de la sociedad, el rumbo de la sociedad y su bien o malestar. Cuando el poder económico fija los precios de las armas en épocas de guerra y el país se endeuda, es porque "los políticos", "ellos" son los que lo hicieron, cuando en verdad es el poder económico quien lo idea y los "políticos" son quienes hacen el trabajo sucio. Cuando se desabastecieron ciudades en el 2008 o 2009 por parte de la patronal cívico-rural, cuando se suben los precios a diestra y siniestra o se maneja la información de manera de causar un efecto en la sociedad también se hace política, y política más política que el gobierno, ya que, además de ni elegirse ni cuestionarse el poder , económico, este hace básicamente lo que quiere en la sociedad. Forma opinión, genera cultura, financia guerras, construcción de escuelas, instrumentación, entre otros, al menos, en el mundo que vivimos. Por lo tanto, ¿Quién es más político, quién decide más, quién tiene más poder? ¿Magnetto, Biolcatti, Fernández?
Por este último punto se puede aseverar sin miedo a error (aunque puede ser perfectamente cuestionable, obviamente, pero me parece que es así) que la política, al menos hoy en día, es la forma de manejar el poder (económico, militar, cultural) para decidir sobre la sociedad. Si bien el fundamento del poder económico, militar y cultural (es decir, el fundamento de la política) es la sociedad misma, ésta se encuentra sometido a aquella, y dejandose someter hace ella misma política. Pero para simplificar pongamos que quien decide sobre la sociedad es el rector y quien es sometido por la decisión es el regido.
Obviamente, como toda cuestión concerniente a la sociedad, esto es relativo al tiempo y lugar determinados; por ejemplo, el poder militar también se encuentra atravesado por la cultura y puede no estar afín al ser político. Pero a grandes rasgos es así, no jodas.
Otra pregunta, cuya respuesta doy a entender mechada, es cuál es el fundamento del poder, para decirlo concretamente el fundamento es la sociedad, y esta es regida (controlada) por la cultura, el poder de la fuerza (militar, de la ley, de la que hablé anteriormente) y la economía.
Ahora la parte más linda, la parte en la que todos decimos la verdad según muchos; puede ser que todos tengamos la razón cuando imaginamos, pero lo verdaderamente verdadero se da en la justificación, razón por la cual uno puede criticar la fundamentación pero no un punto de vista. La cuestión es cómo debiera ser.
Primero que nada, la concepción de política no es ni buena ni mala, tan solo está y es sí misma, puede ser justa o injusta, copada o una mierda, pero ni buena ni mala. Además para que la concepción sea copada es porque el ambiente, la práctica por la cual se define la concepción, tiene que ser tal o cual. Por lo que me parece que la concepción debiera ser una cercana a la que, según conozco, es cercana a la clásica.
La concepción es el niño que sale de la panza de la madre, de la misma manera, la concepción de la realidad es el niño, la "luz" que sale de la madre, la realidad. Esta concepción es necesariamente la esencia de la realidad, pero no esta, ya que no es lo mismo agua, sal y agua de mar.
Si la esencia de la realidad es la política, entonces creo que esta debe ser justicia. Justo tomado como algo que no es ni más ni menos que lo justo.
Normalmente se dice la frase "justo y necesario", y creo que están íntimamente relacionadas. Aquello justo es que no tiene ni más ni menos que lo estipulado, por ejemplo, uno hace justicia cuando está acorde a la ley, ni más ni menos de lo que estipula la ley; si voy a comer guiso tengo que comer lo justo para mi dieta, si tengo que adelgazar voy a comer poco y si tengo que engordar voy a comer mucho, tan simple como eso es lo justo. Lo necesario es, volviendo al caso de la comida, lo que necesito, aquello con lo cual estoy bien. Estar bien significa sentirse bien y estar sano. Por lo cual, justo es todo aquello que no es ni más ni menos de lo que hace sentir bien y estar sano.
Una persona justa, por lo tanto y nuevamente, hace todo aquello que no es ni más ni menos de lo que le hace sentir bien y estar sano; una sociedad justa conforma la justicia, esto es, la sociedad hace sólo aquello que le hace sentir bien y estar sana en su (digamoslo) justa medida.
Tan régimen sería, entonces, en esencia justicia, un régimen que brinda a la sociedad medios para llegar a la felicidad, que es su satisfacción terrenal en su justa medida.
Cabe destacar que una de las formas mejores de hacer, para el régimen, no es haciendo, sino dejando de hacer. Esto es, mientras el poder haga por medio de la sociedad, la sociedad no podrá ser libre, aunque ésta deba ser controlada para alcanzar su felicidad, debe dejar que se desarrolle evitando los excesos y los defectos, pero nunca prohibiendo sino regulando. Podríamos verlo como un campo en el cual se quiere hacer crecer vides, pero la tierra no es apta; el régimen no debiera tratar de hacer crecer vides en ese terreno, ya que no crecería, en sentido práctico, esto sería imponer una regulación; de otra manera, quizás más tardíamente pero mejor, nacerían los árboles que deban crecer, y la política debiera dejar crecer las cosas, brindar un espacio diferente a las distintas plantaciones para que puedan desarrollarse mejor, esto sería dejar nacer sin oponerse, pero igualmente los árboles deben tener tutores, poner murallas para las hormigas, etc. En el plano mundano se puede estimar como el dejar crecer a distintos proyectos que sucedan en la realidad y no eliminar ninguno, sólo regular en el caso de que no haya una vista al bienestar general en su justa medida. Más específicamente, dejar que se produzcan en terreno de artes, economía, política, etc., pero cuando uno se hace muy grande, dar al otro sector más posibilidad de poder, ya que, si se quiere, esa es la posta, la igualdad de posibilidades, de poder, de poder hacer algo, de poder decidir, de poder hacer política. Así, brindando igualdad de poder, las cosas que deban ser grandes serán grandes, y aquellas que no, no lo serán, pero nunca podrá decirse que no pudieron serlas, ya que lo que naturalmente tuvo que ser grande lo fue, y lo que no no. Puede ser, entonces, que un grupo muy grande quiera hacer desaparecer a otro, pero el estado debe corregir eso, no por el achicamiento del grande, ya que grande es de por sí, sino por la no desaparición del otro, y ni siquiera en pos del agrandamiento del pequeño. Queda entonces responder si aquel grupo pudiera ser tan grande que derribara el estado, como normalmente se hace, quedaría, entonces, estipular que el estado no requiera del poder de la sociedad sino que actúe directamente en ella, ya que si es estado depende de la sociedad esta puede derribarlo, y la idea es que el estado sea completamente justo y, si se derriba, dejaría de serlo. Entonces quedan algunas opciones, o dejar las cosas en un estado anárquico o semi anárquico, una aristocracia, una espiritualocracia (?). Si se confiara el poder a un regente espiritual daría la buena vista de que no necesite más de lo necesario para vivir, tenga buena llegada a la gente y pueda brindar justicia a la sociedad; los segundos necesitan más para vivir, no tienen por qué tener buena llegada al pópuli y la justicia sería a favor de ellos mismos; los estados anárquicos, si bien son los más ideales ya que la sociedad no requiere de un guía para alcanzar a la justicia, pero son muy ideales, incluso más de lo que propongo. Sería entonces la mejor opción que el líder sea un líder espiritual, no nombrado por Dios ni por jerarquía, sino por, incluso, mutuo consenso, y al que se le podrá someter constantemente a prueba. También es importante que el pueblo discuta desiciones del líder y se hagan en conjunto planteos más serios, que serán en el ámbito de la vida pública; como viendo que las grandes conglomeraciones hacen distar del gobierno al pueblo, sería importante que sean más pequeñas las gobernaciones y el gobernador sea un habitante más que haga a las veces de rector.
Quedaría entonces sentado el régimen ideal para mí: un medianamente pequeño territorio regido por in líder espiritual surgido del pueblo, que sea cometido cuantas veces sea necesario a prueba y que sus desiciones sean disutidas en la plaza pública y las propuestas nazcan de la misma también; será también importante que el líder presente dichas propuestas a la plaza pública y no se niegue voz ni se favorezca el maltrato. El régimen tiene como fin la felicidad de la sociedad, que está dada por un régimen justo, esto es, que no tenga ni más ni menos de lo necesario para vivir sano y bien. También será importante que no se inhiba ningún proyecto ni se eliminen, sino que se fomenten en cualquier área siempre y cuando los otros proyectos del mismo área no sean inhibidos ni eliminados. Para esto el líder deberá tener el poder de movilización de la sociedad, que brindará cada miembro su adhesión cumplida la mayoría de edad.
Creo que esto es todo por hoy.
domingo, 14 de agosto de 2011
Sobre la inmutabilidad democrática.
Nada es fijo en la vida. Todo lo que se sostiene a diestra y siniestra es, si no verdadero, impuesto, y la imposición es violenta alende los medios no sean físicos.
Queda en mi memoria que en un programa de tv abierta decían que se había hecho una encuesta a jóvenes de escuelas secundarias y había un alto porcentaje que no creían en el sistema democrático, acto seguido se lo tomaba como "problema" que "los chicos no confíen en la democracia, después que haya costado tanto conseguirla". Bastante revelador. En primer lugar se pone a la democracia como "el mejor sistema posible", si no lo fuera, no sería "un problema" que los jóvenes no confíen en él, quiere decir, "este es el mejor sistema, y pensar en otro es autoritarismo, muerte, destucción"; esto es una imposición, cosa que es contraria a la democracia, por eso no sería del todo incorrecto decir que la democracia es impuesta como una dictadura (no quiero decir que la dictadura sea un régimen democratico en términos actuales).
Luego, algo más humano, digamos, pero que se debería corregir: el hecho que como ha costado tanto se debe mantener, sino será esfuerzo perdido; es magnífico ver la arrogancia del ser humano en sí, quiere decir "no nos hemos equivocado, y si sí nos equivocamos, no lo reconoceremos, ya que nuestro trabajo habrá sido desperdiciado, si algo sale mal es porque tenemos que seguir en el error y tendiendo a lo mejor, pero nunca ir a lo mejor directamente". No conozco al mejor sistema, incluso es probable que varíe con el tiempo, pero creo que lo mejor que se puede hacer no es seguir con el mismo sistema impuesto y que, en vez de eso, sea verdaeramente aceptado por la sociedad. Supongamos a un niño que es criado en una familia católica y es así formado, acepta de por sí los preceptos católicos (o de cualquier religión) y nunca los piensa, nunca los analiza, los acepta por tradición; en ese caso va a ser impuesta, al igual que nos hacen en la sociedad; pero si aquel niño, de grande seguramente, pensara a su religión y cayera en cuenta que ella, la religión que tiene desde niño, es la mejor, la verdadera, la que más le gusta y la pone a prueba con su biblia, meditación o lo que fuera, sin dudas va a ser una voluntad. Quiero decir, mientras no se ponga en duda el sistema democrático actual va a ser impuesto, una vez que a través de la conciencia popular sea aceptado como verdadero va a ser, en primer lugar, verdadero, en segundo lugar, democrático en sí.
Luego, un sistema democratico ni educa, ni da de comer ni da trabajo ni nada, eso lo hacen personas, no ideas ni nada por el estilo. Un sistema justo, que de bienestar a la población, que la mantenga feliz, puede ser un feudalismo, un comunismo, un fascismo, lo importante, allende el nombre, es lo que se hace, y tanto como se puede ser justo y estar a favor del pueblo en un fascismo, se pueden exterminar a poblaciones enteras y hambrear a personas en la democracia más liberal. Del mismo modo si viene Macri y pone subtes en toda capital, mejora la salud pública, urbaniza las villas y no reprime a nadie, ¿qué importa que sea Macri?, del mismo modo, si un sistema hace cosas a favor del pueblo, si le da alimento a la población y la gente está feliz y no joden a nadie ni a nada, ¿qué importa que no sea democrático?, porque importan los hechos y metáforas de ellos es porque estamos en política y no en una peluquería gigante.
Con estos tresargumentos uno puede empezar a pensar a la democracia como autoritaria, nunca puesta en duda, no aceptada la duda (en lo público, de hecho, aquí lo hacemos) y, de seguro, quedaría la persona marcada como "milico, facho, garca".
Desde el vamos, focalicemos a la democracia desde su etimología, quizás porque es mi parte favorita del análisis ya que, aunque no me guste en nominalismo, reonozco que es útil a veces. Democracia es "poder del pueblo" y, por extensión "gobierno del pueblo". ¿Alguien habló de elecciones?, la democracia es un gobierno que se ejerce "desde" el pueblo (por lo tanto, para él). Pero un gobernante democrático, entonces, puede ser un monarca, un disctador, un no-regente. Puede ser cualquiera la cabeza, ya que lo que importan son los hechos y su metáfora.
La democracia no es indispensable, sí lo es el bienestar de la población, su cohesión, la justicia, igualdad y libertad, la forma de llegar a ellos, obviamente, no pueden ser cualquiera, pero tampoco se puede obligar a una sociedad, desde la cultura al menos, a que siga un sistema.
Podríamos incluso pensar que hoy en día la democracia es lo que fue el feudalismo en su momento, una religión (la democracia) hecha una institución suprema que es inalcanzable, pero que es (obviamente, ¿quién puede pensar que no? ah, no, ups, yo no estoy de acuerdo) "lo mejor". Inclusive el cristianismo no es lo mismo que el catolicismo, del mismo modo, la democracia no es el sistema en que hoy en día vivimos. La democracia, para ser democracia, tiene que funcionar más de base y ser casi toda base. Es decir, "clubes" en donde se toman políticas consensuadas en ámbitos pequeños, que de a poco se representan en otros más grandes. En teoría uno elije a los representantes de la intendencia, de la provincia y del país, que pueden ser muy buenos, claro, pero el gobierno no es "del pueblo", es sólo para el pueblo, si bien se puede interpretar de la misma manera no son lo mismo. Podríamos pensar que lo importante es que sea "para" y no "del", es decir, que haga medidas para el pueblo y que no surja del pueblo, que lo importante es la acción y "no tanto" el medio; excelente, pero eso es "representatividad", no democracia, una democracia es del pueblo y para el pueblo, una representación es un poder centralizado, una democracia representativa es un poder centralizado que, se supone, es para el pueblo y que surje del pueblo. Digamos, la representatividad pone en varios escalones más arriba a los gobernantes y/o más abajo a los gobernados, por lo cual el pueblo que accede a la gobernación de la "democracia" (representativa) llega atravezando murallas, ríos, mares y cordilleras, y las medias para el pueblo cruzan cordilleras, mares, ríos y murallas, y llegan al pueblo. Como dice la canci´n de Ac/Dc "it's a long way to the top if you wanna rock and roll" sólo que en este caso no es estrictamente rock and roll, sino que es "gobernate", recuerdo, no estrictamente.
Queda, entonces, no sólo criticar, sino también proponer, aunque he mechado un poco de propuesta.
La propuesta más posta sería una que no fuera una imposición, pero que también se actualice, la mejor forma de "ver si vamos bien" es informar y someter a voluntad popular la continuidad de este sistema, ya que, obviamente, no soy dueño de la razón, pero nunca se nos ha preguntado si queremos vivir en este sistema democratico representativo parlamentarista liberal, o en democracia, o en el capitalismo, o si queremos seguir viviendo, aunque esta se descarta porque siempre (o casi) tenemos la posibilidad de elegir. Eso sería lo más correcto, si se votara que sí se continuara, entonces la democracia tendría un valor realmente más alto al ser consciente, y si se vota que no, bueno pues, sería entonces lo más democrático de la democracia.
Si me preguntaran, elegiría un sistema donde se elijan los representantes desde regiones, y allí vayan subiendo a regiones más amplias, y esos representantes elijan a otros más altos, y finalmente uno podría creer en sus representantes, ya que los conoce, una parte de nosotros mismos está con ellos, que aunque no parezca a primera vista es muy importante. Otra cuestión grosa es la valorización del "pueblo". Nunca se ha tomado (como creo en el anterior post que tengo) como una fuerza seria, cuando en verdad todo sistema se basa en ella, a través de diversas formas de representación, que la gremialidad esté fomentada desde el gobierno como política de estado, y que también sean elejidos los cargos en comisarías, juzgados y empresas. También erguiría, ya que la economía es política también, más cooperativas y que sean también elejidas democráticamente las autoridades. La cooperativa es, para mí, la organización más democrática (y anarquista, y comunista incluso), si el país se formara como una cooperativa seríamos, creo, más democráticos, justos, equitativos (quizás sea lo mismo "equitativo" y "justo", ¿no?), y esas cosas que la gente toma como buenas.
Queda en mi memoria que en un programa de tv abierta decían que se había hecho una encuesta a jóvenes de escuelas secundarias y había un alto porcentaje que no creían en el sistema democrático, acto seguido se lo tomaba como "problema" que "los chicos no confíen en la democracia, después que haya costado tanto conseguirla". Bastante revelador. En primer lugar se pone a la democracia como "el mejor sistema posible", si no lo fuera, no sería "un problema" que los jóvenes no confíen en él, quiere decir, "este es el mejor sistema, y pensar en otro es autoritarismo, muerte, destucción"; esto es una imposición, cosa que es contraria a la democracia, por eso no sería del todo incorrecto decir que la democracia es impuesta como una dictadura (no quiero decir que la dictadura sea un régimen democratico en términos actuales).
Luego, algo más humano, digamos, pero que se debería corregir: el hecho que como ha costado tanto se debe mantener, sino será esfuerzo perdido; es magnífico ver la arrogancia del ser humano en sí, quiere decir "no nos hemos equivocado, y si sí nos equivocamos, no lo reconoceremos, ya que nuestro trabajo habrá sido desperdiciado, si algo sale mal es porque tenemos que seguir en el error y tendiendo a lo mejor, pero nunca ir a lo mejor directamente". No conozco al mejor sistema, incluso es probable que varíe con el tiempo, pero creo que lo mejor que se puede hacer no es seguir con el mismo sistema impuesto y que, en vez de eso, sea verdaeramente aceptado por la sociedad. Supongamos a un niño que es criado en una familia católica y es así formado, acepta de por sí los preceptos católicos (o de cualquier religión) y nunca los piensa, nunca los analiza, los acepta por tradición; en ese caso va a ser impuesta, al igual que nos hacen en la sociedad; pero si aquel niño, de grande seguramente, pensara a su religión y cayera en cuenta que ella, la religión que tiene desde niño, es la mejor, la verdadera, la que más le gusta y la pone a prueba con su biblia, meditación o lo que fuera, sin dudas va a ser una voluntad. Quiero decir, mientras no se ponga en duda el sistema democrático actual va a ser impuesto, una vez que a través de la conciencia popular sea aceptado como verdadero va a ser, en primer lugar, verdadero, en segundo lugar, democrático en sí.
Luego, un sistema democratico ni educa, ni da de comer ni da trabajo ni nada, eso lo hacen personas, no ideas ni nada por el estilo. Un sistema justo, que de bienestar a la población, que la mantenga feliz, puede ser un feudalismo, un comunismo, un fascismo, lo importante, allende el nombre, es lo que se hace, y tanto como se puede ser justo y estar a favor del pueblo en un fascismo, se pueden exterminar a poblaciones enteras y hambrear a personas en la democracia más liberal. Del mismo modo si viene Macri y pone subtes en toda capital, mejora la salud pública, urbaniza las villas y no reprime a nadie, ¿qué importa que sea Macri?, del mismo modo, si un sistema hace cosas a favor del pueblo, si le da alimento a la población y la gente está feliz y no joden a nadie ni a nada, ¿qué importa que no sea democrático?, porque importan los hechos y metáforas de ellos es porque estamos en política y no en una peluquería gigante.
Con estos tresargumentos uno puede empezar a pensar a la democracia como autoritaria, nunca puesta en duda, no aceptada la duda (en lo público, de hecho, aquí lo hacemos) y, de seguro, quedaría la persona marcada como "milico, facho, garca".
Desde el vamos, focalicemos a la democracia desde su etimología, quizás porque es mi parte favorita del análisis ya que, aunque no me guste en nominalismo, reonozco que es útil a veces. Democracia es "poder del pueblo" y, por extensión "gobierno del pueblo". ¿Alguien habló de elecciones?, la democracia es un gobierno que se ejerce "desde" el pueblo (por lo tanto, para él). Pero un gobernante democrático, entonces, puede ser un monarca, un disctador, un no-regente. Puede ser cualquiera la cabeza, ya que lo que importan son los hechos y su metáfora.
La democracia no es indispensable, sí lo es el bienestar de la población, su cohesión, la justicia, igualdad y libertad, la forma de llegar a ellos, obviamente, no pueden ser cualquiera, pero tampoco se puede obligar a una sociedad, desde la cultura al menos, a que siga un sistema.
Podríamos incluso pensar que hoy en día la democracia es lo que fue el feudalismo en su momento, una religión (la democracia) hecha una institución suprema que es inalcanzable, pero que es (obviamente, ¿quién puede pensar que no? ah, no, ups, yo no estoy de acuerdo) "lo mejor". Inclusive el cristianismo no es lo mismo que el catolicismo, del mismo modo, la democracia no es el sistema en que hoy en día vivimos. La democracia, para ser democracia, tiene que funcionar más de base y ser casi toda base. Es decir, "clubes" en donde se toman políticas consensuadas en ámbitos pequeños, que de a poco se representan en otros más grandes. En teoría uno elije a los representantes de la intendencia, de la provincia y del país, que pueden ser muy buenos, claro, pero el gobierno no es "del pueblo", es sólo para el pueblo, si bien se puede interpretar de la misma manera no son lo mismo. Podríamos pensar que lo importante es que sea "para" y no "del", es decir, que haga medidas para el pueblo y que no surja del pueblo, que lo importante es la acción y "no tanto" el medio; excelente, pero eso es "representatividad", no democracia, una democracia es del pueblo y para el pueblo, una representación es un poder centralizado, una democracia representativa es un poder centralizado que, se supone, es para el pueblo y que surje del pueblo. Digamos, la representatividad pone en varios escalones más arriba a los gobernantes y/o más abajo a los gobernados, por lo cual el pueblo que accede a la gobernación de la "democracia" (representativa) llega atravezando murallas, ríos, mares y cordilleras, y las medias para el pueblo cruzan cordilleras, mares, ríos y murallas, y llegan al pueblo. Como dice la canci´n de Ac/Dc "it's a long way to the top if you wanna rock and roll" sólo que en este caso no es estrictamente rock and roll, sino que es "gobernate", recuerdo, no estrictamente.
Queda, entonces, no sólo criticar, sino también proponer, aunque he mechado un poco de propuesta.
La propuesta más posta sería una que no fuera una imposición, pero que también se actualice, la mejor forma de "ver si vamos bien" es informar y someter a voluntad popular la continuidad de este sistema, ya que, obviamente, no soy dueño de la razón, pero nunca se nos ha preguntado si queremos vivir en este sistema democratico representativo parlamentarista liberal, o en democracia, o en el capitalismo, o si queremos seguir viviendo, aunque esta se descarta porque siempre (o casi) tenemos la posibilidad de elegir. Eso sería lo más correcto, si se votara que sí se continuara, entonces la democracia tendría un valor realmente más alto al ser consciente, y si se vota que no, bueno pues, sería entonces lo más democrático de la democracia.
Si me preguntaran, elegiría un sistema donde se elijan los representantes desde regiones, y allí vayan subiendo a regiones más amplias, y esos representantes elijan a otros más altos, y finalmente uno podría creer en sus representantes, ya que los conoce, una parte de nosotros mismos está con ellos, que aunque no parezca a primera vista es muy importante. Otra cuestión grosa es la valorización del "pueblo". Nunca se ha tomado (como creo en el anterior post que tengo) como una fuerza seria, cuando en verdad todo sistema se basa en ella, a través de diversas formas de representación, que la gremialidad esté fomentada desde el gobierno como política de estado, y que también sean elejidos los cargos en comisarías, juzgados y empresas. También erguiría, ya que la economía es política también, más cooperativas y que sean también elejidas democráticamente las autoridades. La cooperativa es, para mí, la organización más democrática (y anarquista, y comunista incluso), si el país se formara como una cooperativa seríamos, creo, más democráticos, justos, equitativos (quizás sea lo mismo "equitativo" y "justo", ¿no?), y esas cosas que la gente toma como buenas.
lunes, 1 de agosto de 2011
Sobre la igualdad ante la ley
Ser igual es, básicamente, no ser distinto. La igualdad que se propugna en la ley es, básicamente, que no hayan diferencias entre los humanos en el trato ante la ley. Sobre esto expondré, brevemente espero, sobre la cuestión de que los jueces paguen impuesto a las ganancias.
El primer argumento para decir que los jueces no deben pagar impuestos a las ganancias es que disminuyen sus ingresos y, digamos, no podrían desarrollar sus actividades con independencia, no podría tener imparcialidad. Si un juez, por pagar un impuesto, está inhibido de su buen labor, entonces debieramos pagarles sueldos infinitos para que su independencia sea absoluta y su imparcialidad sea total. Pero por suerte para muchos y lamentablemente para otros, no todo depende del dinero. En verdad sería más lógico que los jueces no puedan ver noticieros o mirar la televisión, ya que los tiñen de pasiones y prejuicios que no debe tener un juez, y eso sí sería verídico, como tampoco ser hinchas de un equipo ya que fallarían a favor o en contra del propio equipo o del rival respectivamente. En verdad es totalmente falso que con un impuesto que socave (relativamente) su sueldo se socave también la independencia judicial o imparcialidad. Inclusive si dichos jueces tuvieran muchas propiedades, muchos bienes en su haber sería más probable que su interés esté plasmado en su accionar judicial (por ejemplo, una propiedad de un juez que fue construida ilegalmente, si el mismo juez tuviera ese caso sería "juez y parte"), igualmente ese tema en particular no nos concierne.
Finalmente, el poder judicial no depende de su remuneración absolutamente para su quehacer jurídico.
Por otro lugar, siendo el poder judicial una posición de poder muy grande, este se autobeneficia en detrimento de la sociedad. Está la protectora de la ley corrompiendo su propia ley, la defensora de la igualdad corrompiendo su igualdad, la balanza equilibrada se equilibra hacia donde la voluntad del juez quiera. Que un juez diga que algo presente en la ley no es legal es como decir que una persona de Argentina no es argentino/a. Lo que el poder judicial en esos estratos hace es un abuso de poder, y como tal, es perfectamente punible. También vemos que podrían los jueces quitarse el impuesto al ABL, al gas, al agua, también esos impuestos le quitan independencia al poder judicial... claro.
Luego, ¿Cómo pueden no ser los jueces capaces de ser imparciales en su quehacer cotidiano con un impuesto a las ganancias y los médicos pueden salvar vidas con cuentas de luz y los profesores con el IVA siguen dando clases?, aquí se ve, entonces, que la práctica de la igualdad en la justicia (ser justo, en sí, es establecer una decisión "para todos" por así decirlo) se ve corrompida nuevamente, ya que no sólo esa medida sólo los beneficia a ellos, sino que no beneficia al conjunto de la población, y eso no es justo.
Finalmente, no estoy de acuerdo con que los jueces sean tratados de forma diferente a la ley, ya que ellos no son diferentes al resto de la población, no pertenecen a un extracto superior, ni pueden sacar provecho de su situación de poder.
El primer argumento para decir que los jueces no deben pagar impuestos a las ganancias es que disminuyen sus ingresos y, digamos, no podrían desarrollar sus actividades con independencia, no podría tener imparcialidad. Si un juez, por pagar un impuesto, está inhibido de su buen labor, entonces debieramos pagarles sueldos infinitos para que su independencia sea absoluta y su imparcialidad sea total. Pero por suerte para muchos y lamentablemente para otros, no todo depende del dinero. En verdad sería más lógico que los jueces no puedan ver noticieros o mirar la televisión, ya que los tiñen de pasiones y prejuicios que no debe tener un juez, y eso sí sería verídico, como tampoco ser hinchas de un equipo ya que fallarían a favor o en contra del propio equipo o del rival respectivamente. En verdad es totalmente falso que con un impuesto que socave (relativamente) su sueldo se socave también la independencia judicial o imparcialidad. Inclusive si dichos jueces tuvieran muchas propiedades, muchos bienes en su haber sería más probable que su interés esté plasmado en su accionar judicial (por ejemplo, una propiedad de un juez que fue construida ilegalmente, si el mismo juez tuviera ese caso sería "juez y parte"), igualmente ese tema en particular no nos concierne.
Finalmente, el poder judicial no depende de su remuneración absolutamente para su quehacer jurídico.
Por otro lugar, siendo el poder judicial una posición de poder muy grande, este se autobeneficia en detrimento de la sociedad. Está la protectora de la ley corrompiendo su propia ley, la defensora de la igualdad corrompiendo su igualdad, la balanza equilibrada se equilibra hacia donde la voluntad del juez quiera. Que un juez diga que algo presente en la ley no es legal es como decir que una persona de Argentina no es argentino/a. Lo que el poder judicial en esos estratos hace es un abuso de poder, y como tal, es perfectamente punible. También vemos que podrían los jueces quitarse el impuesto al ABL, al gas, al agua, también esos impuestos le quitan independencia al poder judicial... claro.
Luego, ¿Cómo pueden no ser los jueces capaces de ser imparciales en su quehacer cotidiano con un impuesto a las ganancias y los médicos pueden salvar vidas con cuentas de luz y los profesores con el IVA siguen dando clases?, aquí se ve, entonces, que la práctica de la igualdad en la justicia (ser justo, en sí, es establecer una decisión "para todos" por así decirlo) se ve corrompida nuevamente, ya que no sólo esa medida sólo los beneficia a ellos, sino que no beneficia al conjunto de la población, y eso no es justo.
Finalmente, no estoy de acuerdo con que los jueces sean tratados de forma diferente a la ley, ya que ellos no son diferentes al resto de la población, no pertenecen a un extracto superior, ni pueden sacar provecho de su situación de poder.
lunes, 25 de julio de 2011
Sobre la fuerza de la ley
Cuando los seres nómadas se asentaron y formaron sociedad, la regulación para su correcto funcionamiento se delegó a un "jefe". Con el paso del tiempo estas sociedades se complejizaron y crecieron hasta llegar a ser faustosos imperios (metafóricamente, no todos). La cuestión es que ante el ser y no ser correcto o incorrecto algo, desde la centralidad del poder supremo de desición, los altos rangos de la política, forjaron lo que se le suele llamar ley. La ley es, palabras más palabras menos, "algo que debe ser cumplido", "algo que tiene que ser así", por ejemplo, la ley de gravedad, todas las cosas tienden al centro de la tierra, nada, que se sepa, pede refutar dicha ley (menos el centro mismo).
Vemos, no es ningún secreto, que la ley, lo "que debe ser así" es adulterado de su concepción originaria, por lo cual nos lleva o a la negación de la realidad o a la resignificación del término (cuándo no, las dos cosas). Si "lo que así debiera ser", aquel cosmos inalterable, la ley, se pierde, queda entonces el caos, lo que "así no debiera ser", la no-ley.
Entonces, ¿cuál es la forma de permanecer en la ley y no sumirse en el caos? La ley, en principio, no es necesariamente una entidad sacada del común acuerdo, puede ser una legislación puesta "de arriba", por lo que no es aceptada activamente por toda la sociedad. Sí es aceptada pasivamente por quienes no están de acuerdo con ella pero no hacen nada, porque el "no me gusta" se dispersa en el viento como un diente de león, cuando para no estar de acuerdo uno debe ser un león. En sí, la sociedad acepta toda ley, activa o pasivamente.
Mas la sociedad, lamentablemente para algunos y por suerte para otros, no es homogénea, no es toda una, que pueda hacer que todos aceptemos tal o cual cosa sin discordancias, por lo que va a ver, básicamente, gente que esté en contra o a favor, con sus matices, claramente. La sociedad es, naturalmente, una sociedad que se mueve en la ilegalidad ya que la ley no da su imperio con total satisfacción, ya que, como dijimos, no es homogenea la sociedad, por lo que en la sociedad, lejos de la concepción original de "ley", se corrompe todo el tiempo su "imperio". Vemos entonces que no sólo los gobiernos son corruptores de la ley, sino también la sociedad, cosa que también sabemos todos y no es ninguna ciencia.
La sociedad es aquella misma que actúa por miedo a morir, y por eso obedece al poder. El poder, aquel mismo que usa a la sociedad para su propio proyecto y goza de su poder amparado en la ley. Por más que se elija la ley indirectamente, es por medio del poder, y éste a través de la fuerza, con que se hace la política, es decir, el funcionamiento de la sociedad. Poder me refiero a los grupos económicos, entes militares, culturales, etc. Por fuerza a su manifestación. El poder sería la potencia y la fuerza el acto.
Por lo tanto es el poder a través de la fuerza quien controla a la sociedad, y un modo de adornarla es la ley, por la cual se ampara, cambiando, si se quiere, algunas cosas, y no obedeciendo, por otro a la misma. La ley termina amparandose en el humor del poder, ya que este controla a la sociedad.
Es, entonces, función de la ley es obedecer al poder como formalización de su fuerza ante la sociedad, es decir, un agente de control disfrazado de libertad.
Por lo cual, por más que el documento "ley" diga tal o cual cosa, es verdaderamente el poder y su feurza quienes deciden el desenlace de las historias.
También podemos incluir al poder de la fuerza de trabajo y a la fuerza de ella misma, pero justamente a la clase productora se le delega el papel de cumplir con la ley y obedecer al poder y su fuerza. O de otra manera, el prouctor debe cumplir con la voluntad del poder, que es su fuerza.
Y si la ley no estuviera de acuerdo con el interés del poder, acaso esta perdería valor. Por lo cual, la razón de ser de la ley es ser la voluntad formalizada del poder. El imperio de la ley es el imperio del poder.
Pero, ¿por qué acaso necesitaría la voluntad ser formalizada? No sería muy difícil ver que cuando hay un reglamento de fútbol que se cumple los jugadores pueden desarrollarse. En sí la razón de ser de la ley es dar un poco de libertad a cambio de obediencia. Esto es, a cambio de libertad te voy a dar la posibilidad de que hagas tales o cuales cosas para que no venga mi fuerza y te mate. Y sucede que la ley es un calmante para la fuerza productora. Digamos, más o menos la puedo zafar así, ¿para qué cambiar? ¿por qué hacer algo que desconozco si con estas reglas de juego, mal que mal, puedo estar medianamente bien? Vemos que hay un pacto que se da entre poder superior y poder inferior, este es, el superior ordena al inferior y lo controla, y el inferior le da obediencia a cambio de comodidad.
Por lo cual se suma a que el poder de la ley no es solo a partir de la voluntad del poder, sino también a través de la aceptación de la clase productora de la usurpadora de su explotación. Esto es, si hay una ley, esta será para que el usurpador tenga poder, formalizado pero poder en sí, y el productor esté cómodo, porque se hará, medianamente, así y así, según la ley.
Por lo tanto, la fuerza de la ley está dada por el humor del usurpador y la aceptación del productor. Y la ley es la formalización del poder del usurpador y la mediana seguridad del productor en una sociedad que, sin ley, sería anárquica y de un futuro incierto.
Vemos, no es ningún secreto, que la ley, lo "que debe ser así" es adulterado de su concepción originaria, por lo cual nos lleva o a la negación de la realidad o a la resignificación del término (cuándo no, las dos cosas). Si "lo que así debiera ser", aquel cosmos inalterable, la ley, se pierde, queda entonces el caos, lo que "así no debiera ser", la no-ley.
Entonces, ¿cuál es la forma de permanecer en la ley y no sumirse en el caos? La ley, en principio, no es necesariamente una entidad sacada del común acuerdo, puede ser una legislación puesta "de arriba", por lo que no es aceptada activamente por toda la sociedad. Sí es aceptada pasivamente por quienes no están de acuerdo con ella pero no hacen nada, porque el "no me gusta" se dispersa en el viento como un diente de león, cuando para no estar de acuerdo uno debe ser un león. En sí, la sociedad acepta toda ley, activa o pasivamente.
Mas la sociedad, lamentablemente para algunos y por suerte para otros, no es homogénea, no es toda una, que pueda hacer que todos aceptemos tal o cual cosa sin discordancias, por lo que va a ver, básicamente, gente que esté en contra o a favor, con sus matices, claramente. La sociedad es, naturalmente, una sociedad que se mueve en la ilegalidad ya que la ley no da su imperio con total satisfacción, ya que, como dijimos, no es homogenea la sociedad, por lo que en la sociedad, lejos de la concepción original de "ley", se corrompe todo el tiempo su "imperio". Vemos entonces que no sólo los gobiernos son corruptores de la ley, sino también la sociedad, cosa que también sabemos todos y no es ninguna ciencia.
La sociedad es aquella misma que actúa por miedo a morir, y por eso obedece al poder. El poder, aquel mismo que usa a la sociedad para su propio proyecto y goza de su poder amparado en la ley. Por más que se elija la ley indirectamente, es por medio del poder, y éste a través de la fuerza, con que se hace la política, es decir, el funcionamiento de la sociedad. Poder me refiero a los grupos económicos, entes militares, culturales, etc. Por fuerza a su manifestación. El poder sería la potencia y la fuerza el acto.
Por lo tanto es el poder a través de la fuerza quien controla a la sociedad, y un modo de adornarla es la ley, por la cual se ampara, cambiando, si se quiere, algunas cosas, y no obedeciendo, por otro a la misma. La ley termina amparandose en el humor del poder, ya que este controla a la sociedad.
Es, entonces, función de la ley es obedecer al poder como formalización de su fuerza ante la sociedad, es decir, un agente de control disfrazado de libertad.
Por lo cual, por más que el documento "ley" diga tal o cual cosa, es verdaderamente el poder y su feurza quienes deciden el desenlace de las historias.
También podemos incluir al poder de la fuerza de trabajo y a la fuerza de ella misma, pero justamente a la clase productora se le delega el papel de cumplir con la ley y obedecer al poder y su fuerza. O de otra manera, el prouctor debe cumplir con la voluntad del poder, que es su fuerza.
Y si la ley no estuviera de acuerdo con el interés del poder, acaso esta perdería valor. Por lo cual, la razón de ser de la ley es ser la voluntad formalizada del poder. El imperio de la ley es el imperio del poder.
Pero, ¿por qué acaso necesitaría la voluntad ser formalizada? No sería muy difícil ver que cuando hay un reglamento de fútbol que se cumple los jugadores pueden desarrollarse. En sí la razón de ser de la ley es dar un poco de libertad a cambio de obediencia. Esto es, a cambio de libertad te voy a dar la posibilidad de que hagas tales o cuales cosas para que no venga mi fuerza y te mate. Y sucede que la ley es un calmante para la fuerza productora. Digamos, más o menos la puedo zafar así, ¿para qué cambiar? ¿por qué hacer algo que desconozco si con estas reglas de juego, mal que mal, puedo estar medianamente bien? Vemos que hay un pacto que se da entre poder superior y poder inferior, este es, el superior ordena al inferior y lo controla, y el inferior le da obediencia a cambio de comodidad.
Por lo cual se suma a que el poder de la ley no es solo a partir de la voluntad del poder, sino también a través de la aceptación de la clase productora de la usurpadora de su explotación. Esto es, si hay una ley, esta será para que el usurpador tenga poder, formalizado pero poder en sí, y el productor esté cómodo, porque se hará, medianamente, así y así, según la ley.
Por lo tanto, la fuerza de la ley está dada por el humor del usurpador y la aceptación del productor. Y la ley es la formalización del poder del usurpador y la mediana seguridad del productor en una sociedad que, sin ley, sería anárquica y de un futuro incierto.
domingo, 24 de julio de 2011
Respuesta a Martín
El Sol sale de día,
las estrellas se revelan a la noche,
el agua va de arriba hacia abajo.
Que el Sol salga de noche,
que las estrellas estén en el día,
que el agua suba es, verdaderamente,
el deseo del humano.
Pero sin forzar al otro,
la voluntad se hace,
la voluntad de no voluntad,
el ser del no ser,
todo lo no forzado es lo natural,
lo natural es su propia ley.
las estrellas se revelan a la noche,
el agua va de arriba hacia abajo.
Que el Sol salga de noche,
que las estrellas estén en el día,
que el agua suba es, verdaderamente,
el deseo del humano.
Pero sin forzar al otro,
la voluntad se hace,
la voluntad de no voluntad,
el ser del no ser,
todo lo no forzado es lo natural,
lo natural es su propia ley.
domingo, 9 de enero de 2011
Invalores
Invalores podría ser la valoración propia en contexto de los valores tradicionales (solidaridad, amistad, etc.), en una costumbre de contraponer lo establecido con lo propio, siendo un contramolde, veamos, o daré a conocer, valores en tanto y en cuando mi introducción a esta sociedad (quiera o no, estoy sumergido), y en tanto y en cuando no mi contraposición sino mi postura. Anda la osa:
1. El primer lugar es el inicio y el pilar fundamental de la valoración que quisiera poner, quizás por la hora y que lo había pensado más o menos antes, podría decir que es la existencia propia.
2. Luego, en un plano externo, el conocimiento del otro como ente sufriente (personas, animales, plantas, ecosistemas, todo lo externo a mí).
3. Quizás seré criticado por esto, pero es muy importante, la valoración del silencio, no como la represión de la expresión sino como un consuelo tanto personal como externo, un complemento importantísimo para el segundo punto, pero que se injerta en el primero también, el silencio nos permite escuchar con mayor atención a lo uno y a lo otro (de nuevo, lo otro son personas, animales, plantas, ecosistemas, todo lo externo a mí).
4. Este es por el que, quizás, seré menos criticado: la valoración de la alegría, no como la ignorancia del mal, sino como la expresión, ahora sí, del sufrimiento interno, el silencio es del otro hacia mí, ahora es de mí hacia lo otro, buscando la pureza general de lo otro. Pureza general entendido como no el bien sino la salud de lo otro, es decir, no como una instancia meramente subjetiva del bien sino la comunión y paz no violenta explícita e inexplícita que se ejerce de mí hacia lo otro.
5. Tranquilidad y paz: en el terreno de la vida social es de vital importancia la tranquilidad y la quietud del alma; buscando cosas nuevas se descubren cosas inútiles, encontrando cosas sin buscarlas, y no buscarlas desde nosotros hacia afuera y de afuera hacia adentro, sino de lo otro y uno al mismo tiempo, es decir, la tranquilidad y la paz es la comunión (es decir, la no disputa violenta explícita e inexplícita) entre lo otro y yo.
6. Otro punto problemático tal vez sería el del no trabajo, se relaciona con la avidez de usufructo presente, ¿por qué trabajar 10 si me quedarán 7? Si necesito 7 hago 7, si necesito 8 hago 8, no es que por ser "re laburador" tenga que hacer de más y luego venderlo, alquilarlo, etc., no trabajar significa trabajar lo que se necesite trabajar, y el resto del tiempo usarlo para el próximo punto.
7. Alas: Poder volar es uno de los puntos de la valoración, y un punto importante. Volar es crear, es cultivarse, es hacer fértil la tierra de uno para comer los frutos del propio uno y, si se quiere, compartirlo.
Besos
Chu
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